La Escuela de Bourges y el "mos gallicus"

Filólogos y juristas se empeñan en la tarea de restaurar el viejo Derecho clásico de Roma. Entre aquéllos destacan Lorenzo Valla (1406-1457) y Angelo Poliziano (1454-1494). Entre los juristas, Andrés Alciato (1492-1553), quien desde Italia marcha a Francia, donde junto al filólogo Guillermo Budé, fundó en Bourges una escuela humanística que daría nombre a sus estudios. Entre sus representantes destaca Jacques Cujaz (1552-1590). Estas nuevas ideas fueron especialmente difundidas en Francia y allí principalmente ganaron adeptos.

Bourges
Bourges.

- "Escuela de Bourges" y "mos gallicus": Alciato y Budé


En torno a la figura de Alciato y Budé se formó la "escuela de Bourges", principal centro de irradiación del nuevo estilo al que se le denominará en adelante, por contraste con el itálico, "mos gallicus". Sus seguidores se encontrarán en Alemania, Holanda y Bélgica fundamentalmente.

- Los integrantes del "mos gallicus", geniales intérpretes


Adoptando los métodos filológicos e históricos que mejor podían proporcionar el conocimiento de la ratio legis, los integrantes del "mos gallicus" se aplicaron a descubrir el verdadero sentido de las normas, desarrollando una genial tarea interpretativa. Pero si esta labor fue admirable, también hay que decir en su contra que despreciaron las innovaciones justinianeas y corrigieron los textos a veces un tanto arbitrariamente según el gusto clásico. Lo que si está claro es que lograron salvar al Derecho romano de las impurezas acumuladas desde la época clásica hasta el mismo Justiniano y de la espesa costra que sobre aquél habían acumulado glosadores y comentaristas.

- ¿Qué sucedió en Italia, Alemania y Francia?


No obstante, el método de los humanistas no triunfó en todas partes. En Italia los humanistas no lograron desvanecer las expectativas que el método de los comentaristas hicieron concebir entre quienes propugnaban en unitarismo político y jurídico. Algo similar cabe decir de Alemania, donde el Derecho romano, concebido como Derecho imperial, simbolizaba el deseo de unidad jurídica y ni siquiera en Francia, patria de la corriente humanista, disfrutó de un verdadero monopolio en las Universidades.

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Fuente:
Manual básico de Historia del Derecho - Enrique Gacto Fernández, Juan Antonio Alejandre García, José María García Marín.