El contenido político del debate en Valencia

El problema tuvo desde el principio un cariz más político que puramente jurídico, si nos atenemos a la evidente intención de Jaime I de constituir en Valencia un reino independiente, dotado de sus propias leyes. Sin embargo, será a partir de las citadas Cortes de Zaragoza de 1264, cuando las protestas de los nobles aragoneses, que consideraban el territorio valenciano como conquista propia, presente el aspecto de reivindicación política que mantendrá en lo sucesivo.

En suma, lo que los aragoneses proponían a Jaime I era que Valencia, por ser conquista propia, fuera poblada a Fuero de Aragón y el territorio repartido entre los nobles como feudos o caballerías, aspiración que se contraponía abiertamente con el empeño real de hacer de aquél un reino independiente política y jurídicamente. La tenacidad de quienes así reclamaban se patentizará más tarde, en tiempos de Pedro III, quien en las Cortes de Zaragoza de 1283 se ve obligado a ceder ante las peticiones nobiliarias, concediéndoles no sólo el "Privilegio General", del que nos hemos ocupado en su momento al tratar del Derecho del reino de Aragón, sino también un amplio capítulo de peticiones de similar contenido referido al reino de Valencia.

La lucha por lograr el predominio jurídico-político foral se mantendrá hasta el siglo XVII: los nobles aragoneses pugnan por imponer su derecho privilegiado, único capaz de mantenerlos al margen de la jurisdicción real, y los reyes por romper la dualidad normativa en el reino de Valencia, en beneficio del Derecho de la capital.

Fuente:
Manual básico de Historia del Derecho - Enrique Gacto Fernández, Juan Antonio Alejandre García, José María García Marín.