La Legislación peculiar de Alava: Ordenanzas de Hermandad

Tras la incorporación a la corona de Castilla Alava cuenta, pues, con un derecho que no es sino el castellano. Sin embargo, la historia alavesa desde la segunda mitad del siglo XIV, no es mucho más que una sucesión de luchas entre partidos señoriales, por una parte, y el intento de restablecer el orden y la paz del territorio ante las constantes amenazas de los malhechores contra la seguridad de los pueblos. Al mismo tiempo, los reyes se muestran especialmente interesados en someter al orden unas tierras fronterizas con reinos extranjeros, como es el caso de Francia. Ante esta situación de constante inseguridad, las villas de Vitoria, Treviño y Salvatierra constituyen una Hermandad, a la que más tarde se unirán los restantes lugares de Alava. Las Ordenanzas por las que esta Hermandad se ha de regir, son aprobadas por el rey en 1417.

Más tarde, con ocasión de un viaje de Enrique IV a los territorios vascos y a impulsos de este monarca, nacerá una nueva Hermandad destinada a agrupar a la ciudad, villa, tierras y lugares de Alava. La nueva Hermandad presenta al rey unas nuevas Ordenanzas, que son aprobadas en 1458. El contenido fundamental de aquellas es de carácter penal y procesal.

Durante un segundo viaje del mismo rey en 1463, tendrá lugar una revisión de las Ordenanzas anteriores, lo que se plasmará en un nuevo Cuaderno de Ordenanzas de ese mismo año que, según Martínez Díez "se convertirán, por así decirlo, en la ley fundamental de la Provincia, y figurarán siempre en cabeza de las once ediciones impresas de los Fueros de Alava".

La finalidad de las nuevas Ordenanzas será ante todo la custodia del orden público y la persecución penal de los delitos, para lo cual la Hermandad recibirá una jurisdicción especial respecto de una serie de delitos graves, a los que se conocerá como "casos de hermandad". Puede decirse que a partir de 1463, la historia de la Hermandad de Alava no será otra cosa que una continua ampliación de sus originarias competencias, bien sea por concesión regia o por el acuerdo expreso o tácito de los monarcas. De tal modo es esto así que aquellas llegarán a abarcar en lo sucesivo materias judiciales, gubernativas, administrativas, económicas, fiscales y reglamentarias.

Con posterioridad, al crearse en 1476 la "Santa Hermandad" por los Reyes Católicos, con la finalidad de perseguir y castigar en toda Castilla los robos, banderías y otros delitos a los que el ius puniendi real no alcanzaba aún a reprimir y sofocar, la Hermandad alavesa se incorporará a ella. De este modo seguirá las vicisitudes de aquella durante el tiempo en que prolongó su existencia. Desaparecida la Santa Hermandad, la alavesa prolongó su vida hasta 1876.

Fuente:
Manual básico de Historia del Derecho - Enrique Gacto Fernández, Juan Antonio Alejandre García, José María García Marín.