El "Decreto" de Graciano

A mediados del siglo XII se produce un cambio en la situación anterior, que viene a marcar un paso importante en la consolidación del Derecho de la Iglesia. En este caso el motivo no procede de la propia política legislativa pontificia, sino de la actividad doctrinal de un canonista. Efectivamente, entre 1140 y 1142, Graciano, monje camaldulense y profesor de Teología en Bolonia, lleva a cabo una obra de ingentes proporciones, titulada Concordia discordantium canonum y más conocida como Decreto de Graciano. Como indica su título, la obra intenta conciliar la masa de cánones existentes desde siglos anteriores, muchos de ellos opuestos entre sí.

Aunque el Decreto no fue promulgado oficialmente, alcanzó gran difusión en la práctica no sólo por el indudable valor intrínseco de la obra, sino también por la autoridad propia de los textos recogidos en la misma, es decir, cánones pertenecientes a concilios tanto ecuménicos como locales, ya fueran europeos, africanos o asiáticos, así como textos de las Sagradas Escrituras, de la Patrística o de fuentes romanas.

Fuente:
Manual de Historia del Derecho (Temas y antología de textos).
Enrique Gacto Fernández, Juan Antonio Alejandre García, José María García Marín.
Páginas 159-160.